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La ruta de Don Quijote, es un fascinante viaje a la España interior donde apenas nada parece haber cambiado en su paisaje desde que Cervantes la describiera en su obra maestra: “Don Quijote de la Mancha”. Un fácil recorrido a través de infinitas llanuras, que transcurre por sencillos caminos entre viñedos y olivares.
La aparición de los incontables molinos de viento que aparecerán a lo largo de la ruta, te recordarán con facilidad las inolvidables aventuras de El Quijote, Sancho y Rocinante. Molinos que encontrarás en lo alto de los cerros y en los pueblos de una ruta que atraviesa hasta tres provincias de Castilla La-Mancha, y en las se encuentran un gran número de referencias a la obra que cambio la literatura para siempre.
Junto a las murallas de Belmonte y su magnífico castillo medieval comienza el recorrido que te mostrará otros lugares fascinantes, como el barrio del Albaicín en Campo de Criptana, o el castillo del siglo X en Consuegra, ambos de origen árabe. La ruta atraviesa también otros lugares con mucha historia, como Alcázar de San Juan con sus caprichosas lagunas, o El Toboso, donde te parecerá escuchar a El Quijote llamando a su amada Dulcinea. Este aventura te llevará hasta la pintoresca Plaza Mayor de Tembleque, donde finaliza este «quijotesco» recorrido.
Transitar por la más extensa zona vinícola de Europa te ofrece la posibilidad de disfrutar en sus numerosas bodegas de algunos de sus mejores vinos, y no menos interesante resultará degustar su típica gastronomía repleta de antiguas recetas que han sobrevivido al paso del tiempo.
El primer día lo podrás utilizar para dejarte llevar por el pueblo de Belmonte donde se encuentra el hotel que te alojará esta primera noche. Paseando junto a sus murallas conocerás su magnífico castillo gótico-mudéjar del siglo XV y su sobria colegiata del mismo siglo. Si lo deseas podrás alojarte como opción en su antiguo alcázar hoy reconvertido en un excelente hotel-Spa
La ruta de Don Quijote sale de Belmonte por un cómodo camino que te llevara a través de campos de labranza de un sin fin de colores hasta Mota del Cuervo donde te encontrarás los primeros molinos de viento del viaje. Más tarde en El Toboso podrás visitar la casa-museo de Dulcinea, pues es aquí donde residía la amada de Don Quijote. Entre infinitos campos de viñedos llegarás hasta Campo de Criptana que te sorprenderá especialmente por sus innumerables molinos y el barrio árabe del Albaicín. El día lo terminaras en la histórica Mota del Cuervo que en un antiguo convento del siglo XVI te hospedará
En Alcázar visitarás sus lagunas tras conocer sus molinos, y una pista llana por más viñedos te conducirá hasta Herencia que te enseñará sus siete molinos, su imponente iglesia del siglo XVII y un convento del mismo siglo fundado por el hijo del rey Felipe IV. Por caminos entre más viñedos y olivares pedalearás hasta llegar hasta el destino final de este día: Puerto Lapice, que con sus molinos en lo alto como si de vigías se trataran, te dará cobijo como en su día lo hiciera en la ficción con Don Quijote
Desde aquí hasta el destino final del día y del viaje podrás recrearte en el interminable paisaje de viñedos y olivos que te acompañarán hasta que veas a lo lejos y en lo alto los últimos molinos de viento del recorrido que te ofrecerán las mejores imágenes del recorrido pues además de su elevada presencia, se encuentran acompañados de un magnifico castillo árabe del siglo X que el mismísimo Almanzor mando construir para tratar de detener las ofensivas cristianas. Después ya solo te quedará llegar a la pintoresca Tembleque para despedirte de Don Quijote y de La Mancha
Desayuno y despedida ¡¡hasta la próxima!!
