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El camino de Santiago es un recorrido transitado desde hace casi doce siglos es por peregrinos venidos antiguamente de todos los rincones de Europa y hoy en día por viajeros de los cinco continentes. Es una ruta con tantos ingredientes que lo hacen sin duda una cita obligada en el calendario vital de todo cicloviajero. Una ruta que hoy en día va mucho más allá del sentido religioso original. En sus casi ochocientos kms. que transcurren por nuestro país, esta se transforma constantemente, atravesando diferentes regiones del norte de España y con grandes contrastes culturales en todos sus aspectos como el humano con sus tradiciones y costumbres, arquitectónicos, gastronómicos o paisajísticos.
Seguir la flecha amarilla nos llevara a descubrir lugares sorprendentes, multitud de antiguos templos y emocionantes paisajes. Nos dará también la posibilidad de degustar su rica y variada gastronomía o los excelentes vinos de cada región que atraviesa, un motivo por si mismo para hacer esta emocionante ruta. Por ello en Iberrides hemos hecho un gran esfuerzo para que te puedas deleitar al final del día con los platos y vinos más típicos de cada región.
La enorme emoción de la llegada a la imponente catedral de Santiago de Compostela será un momento que nos acompañara para siempre. Allí podremos abrazar al santo patrón como es tradición. Es ese uno de los momentos donde muy probablemente apreciaremos el profundo sentimiento espiritual del que tanto hablan los que ya hicieron el camino y que por alguna extraña razón acaba embargando hasta los más escépticos.
Sí queremos dar un paso más allá en nuestra aventura, podremos continuar por el Oeste hasta Fisterra, el finis Terrae que denominaban los Romanos, el final del mundo conocido hasta hace escasos 5 siglos. Allí, en la preciosa y salvaje playa de Langosteira podremos llevar a cabo los 3 actos que purificaban las almas de los peregrinos: Bañarse en dicha playa, que simbolizaba la purificación del cuerpo, Quemar las ropas para dejar atrás todo aquello que arrastraban hasta aquí, y ver la puesta del sol que simbolizaba la muerte y resurrección del alma del peregrino con la caída y nacimiento del sol al día siguiente.
Conoceremos peregrinos venidos de muy lejos con historias y motivaciones muy diferentes e interesantes y que en muchas ocasiones se arrastran más que andan para poder llegar a Santiago. Esto y mucho más hacen del camino una experiencia con una gran carga espiritual y tan especial e incomparable con cualquier otro viaje por lo que sin dudarlo lo hemos incluido en nuestra serie de viajes “once in a lifetime trip”.
Roncesvalles y Santiago de Compostela
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Hoy es el día de la recepción y presentación de nuestro equipo y del resto de compañeros de viaje. Nuestro staff dará una explicación en el que avanzaremos las particularidades y detalles de la experiencia. Después recogeremos nuestra credencial que nos acreditará como peregrinos y que entregaremos en Santiago con los sellos que iremos coleccionando a lo largo del camino y con la que si todo va bien recibiremos nuestra Compostelana a la llegada a Santiago. Tendremos tiempo para dar un paseo por la ciudad que alberga cada año las fiestas de San Fermín, una de las fiesta nacional más reconocidas mundialmente. Tendremos una cena de bienvenida en la que probaremos productos y vinos de la región de Navarra.
Hoy llega por fin el ansiado momento del inicio de nuestro propio camino de Santiago. Nos trasladaremos hasta Roncesvalles donde ya sobre las bicicletas dará comienzo nuestra peregrinación. En la magnífica Colegiata de Roncesvalles empezaremos a seguir a las flechas amarillas que nos guiaran hasta la mismísima catedral de Santiago. Descenderemos hacia Pamplona por las faldas de los Pirineos y disfrutaremos contemplando los típicos y pintorescos caseríos Vascos y sus aldeas, acompañados por un verde y frondoso paisaje hasta llegar a
, hogar del campeonísimo Miguel Induráin donde haremos un avituallamiento. Cruzaremos Pamplona y más tarde ascenderemos la primera subida importante del recorrido, también contemplaremos los primeros viñedos que al igual que la flecha amarilla nos acompañarán por buena parte del recorrido. Puente la Reina y su magnífica ciudad amurallada y puente románico nos recibirán para alojarnos en nuestra primera parada del camino.
Hoy el recorrido discurre por un terreno de continuas subidas y bajadas así que tocará tomárselo con calma. Pasaremos por la histórica ciudad de Estella y poco después podremos beber de una singular fuente de vino donde incluso podemos rellenar nuestro bidón… cosa poco recomendable. Visitaremos la impresionante iglesia de Santa María de Los Arcos, del siglo XII, una de las joyas del camino y llegaremos hasta la histórica Viana donde nos alojaremos en un auténtico palacio del siglo XVII.
Este día cambiaremos de región, abandonaremos Navarra y nos adentraremos en La Rioja, conocida mundialmente por sus excelentes vinos y cuidada gastronomía. Atravesaremos su capital, Logroño y en la bella Nájera nos detendremos para avituallarnos y así poder disfrutarla con la calma que merece. Tendremos la oportunidad de degustar el excepcional vino de Rioja en sus diferentes variantes en una visita que haremos a una de sus innumerables Bodegas. Seguimos por tierra de colinas lo que nos exigirá para llegar a nuestro histórico destino final de la jornada. Santo Domingo de la Calzada, donde podremos disfrutar de su importante casco antiguo, muralla y catedral. Para relajarnos y descansar lo haremos en un antiguo hospital de peregrinos del siglo XII, hoy Parador nacional.
Dejaremos La Rioja y entraremos en la tercera comunidad autónoma del camino: Castilla León, origen del idioma castellano y de los reinos que confluirían hasta formar el reino de España hace ya más de 5 siglos. Entramos en la región del mundo con mayor número de sitios patrimonio de la humanidad lo que da una idea de lo que nos espera. La subida a los montes de Oca nos obligara a agarrar fuerte al manillar pero tendrá una gran recompensa con la llegada al bucólico y solitario monasterio de San Juan de Ortega. La jornada acabará en la capital de la provincia del mismo nombre, Burgos, donde podremos disfrutar por la tarde de su impresionante catedral y la imponente belleza de su soberbio casco antiguo.
La ruta nos dará hoy una tregua que durara varios días, cambia de provincia y entrando en Palencia. Cruzaremos las tierras de Castilla donde tantas batallas con los musulmanes se libraron en la reconquista por parte de los reinos cristiano cuando el camino de Santiago estaba en su apogeo un milenio atrás. Castilla en general es tierra poco poblada y pasaremos largos momentos sin tener cerca rastro alguno de civilización lo cual ayudara a sentir fácilmente la célebre espiritualidad del camino. Castrojeriz, el alto de Mostelares y sus imponentes vistas, el canal de Castilla, la hechizante iglesia románica de San Martín de Frómista, y la antigua ciudad de Carrión de los condes donde pondremos pie a tierra por última vez serán muchos de los atractivos de la jornada. Nos alojaremos en un histórico e impresionante Monasterio con orígenes del siglo X donde a lo largo de la historia se celebraron numerosos concilios y cortes.
Castilla es un lugar hechizante del camino por la historia que derrocha cada rincón. Probablemente es por estas tierras donde sentiremos con más fuerza la magia del Camino, su aislamiento y monumentalidad nos hará recrearnos en nosotros mismo y nuestros pensamientos se cuestionaran con facilidad los orígenes de tanta antigüedad. En la antigua e histórica Sahagún dejaremos Palencia para entrar en la provincia con más kilómetros del camino que irá mudando su paisaje típicamente castellano por uno más semejante al que nos encontraremos en Galicia, León. Y en su capital, lugar fundamental para conocer la historia de España y con una historia desbordante, finalizará la etapa. Aquí se entronizaron muchos de los más relevantes reyes de nuestra historia y en su panteón acabaron enterrados. Sus termas romanas, su imponente catedral gótica o su coqueto casco antiguo serán otros de sus atractivos a descubrir.
Dejaremos León y no mucho después entraremos a Hospital de Órbigo por su fascinante puente romano de 19 ojos. Desde allí, continuaremos el rastro de las flechas amarillas que nos llevarán hasta otro lugar repleto de historia: Astorga, extraordinario lugar donde acabará nuestra jornada para poder disfrutar de sus múltiples atractivos como su muralla, catedral o el palacio Gaudí. Llegaremos pronto para poder degustar su popular cocido Maragato. Hoy habrá que descansar bien pues a partir de mañana tocará emplearnos a fondo para superar las dificultades del camino. Nos alojaremos en un hotel con Spa y piscina sobre la piedra del convento de San Francisco del siglo XIII.
Tras unos días más o menos tranquilos, a partir aquí el recorrido no nos dejara relajarnos demasiado pues el paisaje se va a trasformar en forma de montañas de mayor o menor altura que no nos abandonarán hasta nuestra llegada a Santiago. Hoy alcanzaremos el punto más alto del recorrido, la cruz de Ferro, desde donde llegaremos a la histórica Ponferrada y su ostentoso Castillo. Desde aquí entraremos en la comarca del Bierzo, excelente tierra vinícola y para celebrarlo, visitaremos una de sus más conocidas bodegas donde degustaremos sus diversas variedades de vinos. En la atractiva Villafranca pondremos fin a la jornada y en el apacible parador de turismo nos relajaremos y deleitaremos con una cena de productos y vinos regionales.
Tras Villafranca nos despediremos de Castilla y accederemos a la última comunidad autónoma del camino: Galicia, que nos recibirá con el mayor obstáculo de todo el recorrido: O Cebreiro, que como siempre ocurre en el camino, nos premia con la llegada a algún lugar especial, y la bucólica y misteriosa aldea de O Cebreiro será un inmejorable lugar donde detenernos y recuperarnos del esfuerzo probando su magnífico queso. Desde aquí nos dirigiremos al monasterio de Samos en un idílico emplazamiento, después a Sarria donde concluiremos esta trabajosa jornada en un hotel donde podremos refrescarnos y relajarnos en su piscina. Comprobaremos como el número de peregrinos ha aumentado significativamente. Galicia se muestra aquí en todo su esplendor con su arquitectura, sus gentes y sus paisajes que muy probablemente cautivarán nuestros sentidos al penetrar por sus mágicos y misteriosos frondosos bosques.
El camino va llegando a su fin, vemos más cerca el final y cada vez estamos más convencidos de que alcanzaremos nuestro soñado propósito. Galicia es una tierra verde, boscosa y sinuosa. Transcurrir por sus bosques que en las primeras horas del día se suelen envolver de una misteriosa y mística niebla nos dejará algunos de las más fascinantes imágenes y vividos recuerdos de esta experiencia. Portomarín con su antiguo pueblo sumergido pero del que asoman aún algunos de sus restos nos recibirá para mostrarnos algunos de sus trasladados tesoros. Hoy excepcionalmente pararemos a comer pues la ocasión lo merece. En Melíde, y en sus pulperías probaremos otro plato típico de la deliciosa cocina tradicional gallega. Tras la comida y su reposo, llegaremos tras unos pocos kilómetros a un pazo señorial del siglo XVIII en medio de la campiña gallega, donde acabara esta larga pero preciosa jornada, otro lugar inmejorable para descansar.
Esta mañana cuando nos montemos en nuestras bicis por última vez aparecerán sentimientos encontrados. Por un lado se acaba nuestra experiencia y podremos por fin descansar y relajarnos, y por otro muy probablemente un sentimiento a medias entre la nostalgia y melancolía nos invadirá ante la inevitable llegada a Santiago y el final de nuestra propia peregrinación. La ruta y el paisaje serán muy parecidos al día anterior en un terreno sinuoso entre los últimos bosques del camino. Los mojones que informan de la distancia hasta Santiago harán de cuenta atrás y el entusiasmo aumentara a medida que nos acerquemos a nuestro destino final. Esta jornada es más corta de lo habitual y esto sumado a la la inminente llegada a Santiago nos ayudara a dar nuestras últimas pedaladas con ligereza. La entrada a la plaza del Obradoiro plena de alegría y satisfacción será un momento que no olvidaremos jamás y en ese momento entenderemos porque un día decidimos ser peregrinos. Por la noche disfrutaremos de la última cena que servirá de despedida.
Desayuno y despedida. Suerte en la vida peregrino!!